Un éxito le pese a quien le pese.
Muchas críticas ha recibido la BMW X6 desde su lanzamiento y posteriormente con la reseña -y prácticamente destrucción- por parte de Jeremy Clarkson. El argumento más grande es que la llamada Sport Activity Vehicle (SAV) no destaca en ninguno de los segmentos que une, ni es una buena SUV, ni es un buen auto. Pero la realidad es que la X6 es un éxito, con más de 250,000 unidades vendidas desde su lanzamiento y ahora con una hermana más pequeña que repite la misma fórmula.
Si bien la X6 es nueva, posiblemente para muchos les será difícil diferenciarla de la versión pasada, siendo los cambios en la carrocería muy sutiles y difíciles de identificar al ojo no entrenado, además que ha ganado unos centímetros en sus dimensiones pero ha perdido unos kilos de peso a pesar de estar más equipada que antes.
Dentro de la X6 la cabina y el tablero vienen casi casi totalmente heredados de la nueva X5, y la cajuela ha ganado 10 litros de capacidad con los asientos rectors y 75 cuando están doblados, llevando los totales a 580 litros y 1,225 litros respectivamente.
Será hasta diciembre cuando la X6 debute en el mercado, y será ofrecida en diferentes combinaciones dependiendo de la región.
En Europa todos los modelos estarán equipados con transmisión automática de ocho velocidades y tracción en las cuatro llantas en combinación con uno de dos motores diesel, el 3.0 L6 de 255 hp de la X6 xDrive30d y el 3.0 L6 tri-turbo de 376 hp de la M50d, o uno 4.4 litros V8 bi-turbo a gasolina de 443 hp de la xDrive50i.
Más tarde estarán disponibles la xDrive35i con motor 3.o L6 de 302 hp y otro diesel de 309 hp para la xDrive40d, además de la X6 M con un V8 turbo de unos 550 hp. El 3.0 L6 de 300 hp estará a la venta en Estados Unidos desde este otoño con tracción trasera o integral.