¿De qué sirve convocar tanta gente sino hay un liderazgo ni participación de los afectados?
Siendo un medio de comunicación al que la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión pudo, y todavía puede, afectar de una manera importante, además de haber convocado a mis lectores que participaran, sentí un compromiso en asistir a la marcha que se realizó ayer del Ángel de la Independencia hacia la sede del Senado de la República que está unas cuadras adelante en Paseo de la Reforma.
Nunca en mi vida había participado en una manifestación, ni siquiera en la famosa Marcha Contra la Violencia a la que medio México asistió, y cuyos resultados seguimos esperando.
En fin, no se si yo sea idealista o tenga unas ideas erróneas, pero debo decir que la marcha de ayer estuvo pésima y me dejó con el sentimiento de haber ido a perder mi tiempo.
Por una parte me da mucho gusto que se haya unido tanta gente a apoyar la protesta, pero por otro lado siento que no fuimos a protestar nada, sino simplemente a cargar letreros con mensajes que quienes toman las decisiones de cambiar las leyes ya leyeron en las redes sociales.
Como lo había mencionado, el hecho de ser un medio de comunicación y haber invitado a los lectores a asistir me dio un compromiso de yo presentarme en la cita. Pero de todos los medios que convocaron, y que tienen mucho más audiencia (poder) que yo, no vi a muchos que estuvieran presentes, aunque lo hayan estado.
Por ejemplo, la chava del video ‘What’s happening in Mexico‘, que hace dos minutos me acabo de enterar que se llama Erendira Ibarra, fue a la marcha, pero no hizo nada. No organizó a los asistentes, no les informó sobre los avances de la Ley (que a esa hora ya eran muchos), no invitó al Gobierno al dialogo, nada. Su participación parece haberse reducido a un video viralizado donde habla muy buen inglés, y ya, su liderazgo desapareció detrás de las cámaras.
Hablando de liderazgo, la falta de éste y de organización se hicieron notar fuertemente durante toda la marcha. Empezando por lo ya mencionado y siguiendo con los cánticos y porras que nada tenían que ver con la protesta, y en los cuales se escuchaban miles de mentadas de madre a Peña Nieto y las televisoras, así como gritos de ‘el gobierno tiene que morir’, y reclamos hacia la burguesía, la matanza de Atenco y la inseguridad en Michoacán. Claro que la gota que derramó el vaso fueron los gritos de ‘2 de octubre no se olvida‘, no sabía si reír o llorar. No íbamos a protestar contra todo, íbamos a protestar contra la Ley Telecom.
Esos cánticos empezaron desde que nos juntamos en el Ángel, y desde ese momento, en mi opinión el propósito general de la marcha se perdió y prostituyó.
Esto, aunado a que ninguno de los líderes de opinión tomó la batuta, llevó a que la protesta fuera por todo y por nada, siendo lo único que denotaba su mensaje los carteles de varios de los asistentes.
Lo peor fue cuando llegamos al Senado, la organización fue tan mala que una bola de gente le fue a gritar las mismas porras y a mentar la madre a unos granaderos que estaban ahí. Afortunadamente alguien gritó que los polis no tenían la culpa ni nos iban a solucionar nada, por lo que los que les reclamaban se movieron unos metros hacia la entrada del Senado.
Aquí fue donde todo se empezó a distorsionar más. Primero llegaron los ‘Anarquistas’, quienes esperaron a que el semáforo estuviera en verde para cruzar la calle, y empezaron a hacer sus desmadres que ya todos conocemos.
Mientras eso ocurría, una sensación de ‘¿Y ahora qué?’ inhundó el ambiente. Nadie sabía que se iba a hacer, ni la chava del video, ni el sopitas, ni niguno de los grandes ‘líderes’. ¿Nos vamos a Televisa, al Zócalo, o a dónde? Unos gritaban Televisa, otros Zócalo, y otros nos regresamos a nuestras casas.
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