El auto que me hizo que me interesara más de lo normal en todo el mundo automotriz fue el Dodge Viper. En él vi algo que los exóticos de todo el mundo no tenían, algo que ni Ferrari, ni Lamborghini, ni otras marcar podrían ofrecer. El look agresivo y su inigualable presencia siempre lo hicieron más especial que cualquier otro coche, además que en ese tiempo todo mundo adoraba el F50 y todavía mas el McLaren F1 que se acababa de convertir en el auto más rápido del mundo, por lo que ser un fan ávido del Viper me hacía diferente a todos los demás, quienes muchas veces ni sabían de que coche les hablaba.
Otra cosa que siempre me gustó mucho del Viper es que siendo un monstruo difícil de controlar, bajo control de un buen piloto es capaz de ganarle a los deportivos europeos sin ningún problema, todo un reto que en las manos correctas se transforma en un vencedor.