La noche de ayer murió el legendario texano Carroll Shelby, piloto de carreras y creador del Cobra que logró derrotar a los autos de Enzo Ferrari en las pistas.
Carroll Hall Shelby más conocido por sus Cobras y Mustangs, comenzó como piloto de autos en los años 50’s, ganó tres títulos nacionales, impuso récords de velocidad en Bonneville, fue nombrado tres veces “piloto del año” por la revista Sports Illustrated y ganó Le Mans en 1959 con Aston Martin.
Ese mismo año obtuvo una licencia para importar autos AC Ace de Inglaterra y de ahí nació su más icónico modelo. Para hacer el auto más rápido, Shelby retiró el motor Bristol 6 cilindros y lo suplantó por un Ford 260 V8. Poco peso y mucho poder fue el resultado que dio gran éxito al Cobra. En 1965 un Shelby Cobra arrebató a Ferrari el Grand Touring World Championship y en 1966 y 1967 un Ford GT-40 preparado por Shelby ganó las 24 horas de LeMans.
Shelby trabajó con las tres grande compañías de autos Estadounidenses, con GM creó el Series 1, ayudó a Chrysler con el desarrollo del Viper y con Ford creó los famosos Mustangs Shelby que hoy en día siguen siendo producidos.
La controversia también ha formado parte de su vida, se le llegó a relacionar con compañías que usaban mano de obra de prisioneros para construir los Mustang Shelby y en los 60’s se descubrió que se saltaba varios números VIN para hacer creer que construía más autos de los que en realidad hacía, esto con el afán de que los coches fueran homologados para participar en carreras.
La salud de Shelby comenzó a deteriorarse en los últimos años, en 1991 recibió un transplante de corazón y tiempo después uno de sus hijos le donó un riñón. Al momento de su muerte era presidente y fundador de Shelby American, quienes acaban de lanzar el Shelby 1000, un Mustang equipado para producir 1,000 caballos de fuerza.
Un gran personaje que sin lugar a dudas dejará un hueco en todos los auto-entusiastas del mundo con su partida.