Hoy en día las marcas automotrices venden todo tipo de artículos con su nombre y logo pegado en algún lado. El ejemplo más claro de esto es Ferrari, quien donde pone el ojo pone el Cavallino, quitando así en mi opinión mucho de la exclusividad de la marca. Claro que yo he sido “víctima” de este tipo de branding y estoy de acuerdo en que estas ventas ayudan mucho a que Ferrari siga existiendo. Eso si, prefiero ver a medio autódromo con ropa de Ferrari que una SUV de ellos, como lo hizo Porsche y proximamente lo hará Lamborghini.
Dos de los productos que jamás pensé llevarían el nombre de una constructora automotriz son alimentos, pero uno siempre se lleva sorpresas y Volkswagen vende salchichas y catsup que llevan su nombre.